Como en toda expedición necesitamos de un equipaje que contenga todos los elementos básicos para la exploración del entorno. El cuerpo nuestro primer territorio fue escaneado desde las respuestas a una pregunta clave que harían los estudiantes: Maestro, ¿qué necesito para conocer el territorio? Y junto a esa pregunta aparecieron elementos tangibles e intangibles que trascendieron el cuerpo y tocaron el alma, la memoria y la academia.

Luego, pasamos a la otra piel envolvente llamada Casa, definida a veces desde el concepto de hogar. Y con un ejercicio sensible desde la memoria, pudimos evocar aquel elemento que nos vincula a un pasado, a una memoria viva o a un ser amado. Descubrimos entonces Mi Casa, Mi Museo al modelar con plastilina ese objeto que conservamos, valoramos y cuidamos como un Patrimonio Personal.