Responsabilidad social y reputación corporativa: fortalecer la imagen institucional como organización incluyente y socialmente responsable.

Talento humano diverso y competente: acceso a personal con formación especializada, compromiso y proyección laboral.

Beneficios tributarios: posibilidad de deducir hasta el 200% en salarios y prestaciones de personas con discapacidad certificada (≥25%).

Reducción en obligaciones de formación SENA: disminución del 50% en la cuota de aprendices.

Ventajas en procesos de contratación pública: puntaje diferencial y acceso preferente a créditos y subsidios estatales.

Acompañamiento técnico especializado: asesoría gratuita para la implementación de buenas prácticas de inclusión laboral.